PRIMERA TEMPORADA
“¡5 hijos menores de 8 años! Estás loca. ¡No me imagino lo complicado que han de ser las mañanas en tu casa al prepararlos todos para el jardín, kínder y escuela!” me comentó una persona.“Bueno, nuestras mañanas son relativamente tranquilas,” le contesté.“No es posible, ¿con 5 hijos?”“Sí, es que hacemos educación en el hogar.”“¡Ah! Entiendo… ¿Educación en el hogar? ¿Con cinco hijos? Estás loca.
Estas son las conversaciones que a menudo tengo que personas que recién conozco…
Para muchos, la educación en el hogar es algo desconocido. Para mí, siempre fue algo que estuve segura a hacer. Yo recibí educación en el hogar los primeros 6 años escolares, y por ellos estoy muy agradecida con Dios y con mis padres. Nunca dudé en educar a mis hijos en el hogar.
Cuando me casé, hace 10 años, decidimos darles la mejor educación posible a nuestros hijos. Y aquí estamos ahora, en el meollo del asunto. Actualmente, Madison (8), está en 3er grado, Jordan (6) en 1ero, Taylor (3) y Nathan (2) son preescolares y Zack de solo 2 meses es un feliz bebé que no se da cuenta de lo que le espera con todos sus hermanos mayores
Realmente no hacemos “grados” como las escuelas, pero según sus edades, es lo que decimos que hacemos, jaja. Verdaderamente, dejamos que cada uno aprenda según su ritmo, algunas temporadas son más rápidas que otras.
Nuestro día ideal en la Realidad:
Algo que muchas familias educadoras en el hogar que han tenido éxito comparten es la importancia de una rutina. Una rutina (y no un horario) le da orden al día y estabilidad a las actividades de cada niño.
Con mi esposo tenemos un negocio familiar de fábrica y venta de guitarras eléctricas. La ʻfábricaʼ la tenemos en casa, así que ambos comenzamos el día muy temprano; los niños comienzan su día como a las 8:30am.
Esta es nuestra rutina actual:
- Desayuno en familia
- 15 minutos de quehaceres asignados para los mayores y para mamá (con ayuda de los menores)
- Cambiarse y dejar las camas arregladas
- Devocional; yo les leo la Biblia a todos (los mayores entienden bien y los pequeños aprenden a estar sentados y callados), cantamos, oramos juntos y memorizamos un pasaje bíblico.
- Madison y Jordan preparan su material y comienzan sus estudios, algunas veces con música clásica de fondo.
- Yo le dedico tiempo a Taylor y Nathan, como 30 minutos. Cada día es variado, donde jugamos y aprendemos diferentes cosas.
- Cuando termino con los pequeños, los dejo ir a jugar solos y me siento con Madison y Jordan para ayudarles en lo que me necesiten. Como a las 11am, todos se toman 15 minutos de ʻrecesoʼ y salen a jugar afuera o hacen cualquier otra cosa que quieran.
- Al regresar, yo comienzo a preparar el almuerzo, Madison sigue con sus estudios y Jordan, Taylor y Nathan, los varones llenos de energía, juegan juntos o se sientan a ver 30 minutos de TV, algún programa educacional como Plaza Sésamo, Wild Krats o Leap Frog.
- Después de almuerzo (y limpiar la cocina y comedor) les leo algún libro histórico o de cuentos.
- Acuesto a los pequeños a su siesta, Madison lee cualquier libro de su interés y Jordan dibuja, pinta o hace videos con mi ipad.
- La tarde es libre.
Todo lo que hacemos en el día lo anoto en una agenda especial, A Well Planned Day.
Sobre nuestro homeschool:
Después de leer sobre varios métodos de instrucción, incluyendo Montessori, Classical Conversations, Charlotte Mason, y la opción de un currículum, entre otros, decidimos usar lo mejor de cada uno y una fuerte inclinación al método de Charlotte Mason. En general, le damos un énfasis principal a la lectura (libros vivos) y el aprendizaje según el interés de cada niño. Dios nos creó con curiosidad y un interés por conquistar este mundo. Una estructura muy estricta de material de aprendizaje choca con las mentes inquisitivas de nuestros hijos. Por eso, muy a propósito, no seguimos ningún currículum específico. Tampoco buscamos tener una estructura similar a una escuela.
Cada día, con cada cosa que hago estoy fomentando un estilo de vida de aprendizaje en mis hijos. No quiero que ellos segreguen el tiempo de ʻescuelaʼ de todo lo otro que hacemos. Todo está incorporado, todo es escuela y aprendizaje.
Mi deseo es fertilizar las mentes de mis hijos para que siempre estén aprendiendo por el resto de sus vidas. Por ejemplo, los juguetes que tenemos en casa tienen que tener por lo menos un elemento de enseñanza. Lo mismo con la TV.
Aunque no me gusta que miren mucha TV, a propósito y ocasionalmente los dejamos ver programas educativos o con enseñanza moral.
Nuestro año escolar comienza en Agosto y dura 12 meses. Así es, no tenemos vacaciones largas (esta brillante idea la aprendí en una conferencia). Esto no solo nos permite tomarnos muchos días libre en el transcurso del año, sino que cada día es ligero en trabajo, no muy pesado.
Actualmente, usamos el material de Inglés y matemáticas de School of Tomorrow (PACES o LECAS). Cada día hacen material copiado (copywork), y leen varios libros vivos de diferentes temas. Para historia, usamos vídeos en caricatura llamados Learn Our History. Semanalmente repasamos Español y hacemos diferentes proyectos de arte. Ambos aprendieron a leer con un libro llamado AlphaPhonics, el cual leíamos como por 20 minutos al día.
Utopía o realidad:
Desde que nació nuestra hija mayor, leí libros, estudié sobre varios métodos de educación, escuché muchas conferencias en línea y aprendí de veteranos exitosos. Aunque yo misma fui educada en el hogar, estaba determinada a identificar las cosas que han funcionado y las que no, según la experiencia de personas sabias y exitosas. Una de las muchas cosas que identifiqué como importante para nuestra familia es el evitar tratar la educación de mis hijos como ʻescuelaʼ. Osea, no quiero copiar ni implementar ningún elemento ni actividad que no sea relevante o necesario para nuestra vida familiar. Cada cosa que decidimos hacer tiene que tener un propósito específico.
Queremos que nuestros hijos disfruten nuestra vida familiar y su niñez, aprendan jugando, profundicen en sus intereses y pasiones y aprendan las cosas más importantes en la vida: los principios bíblicos y valores morales que necesitarán para una vida llena de fruto y éxito. Queremos sean personas alegres, entusiasmados por la vida.
Algo que he aprendido es que los primeros 10 años (aprox.) de de vida, el aprendizaje es un hecho en el diario vivir. No se necesita una pesada estructura de enseñanza, de lo contrario, un régimen muy cargado puede perjudicar el desarrollo en algunas áreas de didáctica. En esencia, mientras haya una fuerte base de artes y letras y las matemáticas, todo lo otro se puede incorporar cuando el niño esté listo.
Se pierde mucho tiempo estudiar y aprender momentáneamente material de poco interés si luego se va a olvidar. Pero cuando un niño tiene una curiosidad específica, lo estudiará con mucho interés y atención; hay más posibilidad que el aprendizaje sea permanente de esta forma.
Este estilo de educación en el hogar me da mucho margen, especialmente en la parte emocional mía y la de mis hijos. No sentimos presión de terminar o cubrir un determinado material. Esto nos mantiene mentalmente sanos. ¡Y eso es tan necesario!
Al ver modelado este tipo de instrucción y educación en otras familias que han producido jóvenes adultos brillantes, destacados profesionalmente en diversas ramas de conocimiento, me anima a seguir mi curso, aun cuando lo que hacemos le parezca extraño, e incluso, ridículo a otros. Mi meta es ciudadanos inteligentes, temerosos y obedientes a Dios, líderes y contribuidores a la sociedad.
La realidad de por qué hacemos esto:
Deuteronomio 6:6 y 7 dice:“Estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón. Se las repetirás a tus hijos, y les hablarás de ellas estando en tu casa y andando por el camino, al acostarte y cuando te levantes.”
Nuestra razón principal para educar a nuestros hijos en el hogar es instruirlos en el temor a Dios.
Queremos aprovechar estos años tan delicados en el cual sus mentes y corazones absorben tanto, para influenciarlos con los principios bíblicos e instruirlos por el camino que Dios ya les tiene preparado.
Al no enviarlos fuera del hogar por tantas horas al día, me de la oportunidad de conocer quien realmente son ellos. Así puedo propulsar sus intereses y pasiones y ayudarles a superar áreas de debilidad o pecado desde una temprana edad.
Nuestro objetivo es hacer de cada uno de ellos seguidores y discípulos valientes de Cristo. Eso es principalmente lo que nos importa, y si algo no aprendieron en estos años en casa con nosotros, tiene toda una vida para hacerlo.
Karisa Rivera.
Sobre Karisa
Aparte de mi rol de esposa y madre, Dios me ha llamado a edificar la vida de mujeres hispanas en todo el mundo.Yo escribo regularmente a la mujer Cristiana, hispana en www.MujerRadiante.com y comparto a diario en FACEBOOK.
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