En este post trataré de dar mi opinión y responder a la pregunta: «¿Cómo manejar la reacción de los familiares ante la decisión de desescolarizar a tus hijos?» ya que es una pregunta que constantemente me dejan inbox en Facebook e instagram y en correos electrónicos que me envían, y creo que lo mejor es contestarlo a manera de post para responder a todos los que están pasando por esto.
Primeramente es necesario que quede muy claro que esa reacción de horror, rechazo, censura y hasta enojo de parte de la familia cercana, al momento de decirles «vamos a educar a los niños en casa» es totalmente normal y natural. El miedo a lo desconocido es una reacción universal y humana, y la educación en casa resulta un tema desconocido para las personas que nunca antes habían escuchado nada al respecto, y que seguramente son personas que creen fervientemente que la única forma que un niño tenga una buena educación académica es uniformándolo y enviándolo a una escuela.
Los abuelos, los tíos, y toda esa familia cercana que tienes seguramente aman a tus hijos y desean lo mejor para ellos, así que a esta batalla de ideologías y convicciones se debe entrar con total benignidad, amor, paciencia y respeto de nuestra parte, y no esperando que ellos adopten nuestra forma de pensar al primer momento. No se trata de que la familia no deseen apoyarte, más bien, por sus conocimientos previos y por lo que la sociedad les ha vendido como idea correcta, ellos mostrarán un total y automático rechazo porque temen que los niños en un futuro tengan problemas para adaptarse al mundo que les toque vivir.
Así que si lo analizamos, esta es una reacción que sucede porque les importa tus hijos y desean lo mejor para ellos. Si lo vemos desde esta perspectiva podemos suavizarnos un poco y no entrar de lleno a la defensiva… esa no es la idea.
Piensa lo siguiente, imagina que tus suegros vivieron toda su vida con esfuerzos y privaciones con tal de costear los estudios de sus hijos y seguramente se sienten orgullosos de esto. Tal vez tus suegros invirtieron una fuerte cantidad de dinero para que sus hijos estudien en los mejores colegios y universidades y seguramente su orgullo es aun mayor…. y ahora imagínate tú llegando con ideas innovadoras ¡a tirarles por los suelos la ideología de educación que han tenido toda la vida!…. creo que suena un poco duro ¿no crees?
Eliminar una idea que toda la vida ha formado parte de la mentalidad de una persona es muy complicado porque eso significaría que tal vez muchas de sus posturas, esfuerzos y razones por las que han hecho las cosas caerían en tierra y eso es verdaderamente difícil.
En nuestro caso particular nosotros no hemos tenido que lidiar con esto, de la familia de mi esposo solo hemos recibido un gran apoyo, y en mi familia la idea del homeschooling ha estado desde que yo era una niña, así que para mí no ha sido nada complicado, sino todo lo contrario, he recibido mucho apoyo y apertura. Sin embargo estoy consiente de que esto no es el patrón común, se que la mayoría de los papás y mamás que educan en casa se han visto en momentos bastante incómodos a la hora de dar la noticia a la familia, así que decidí preguntarle a alguien más y pedirle que nos cuente un poco acerca de cómo ha sido su experiencia en este aspecto. Mía, es una mamá que ha educado a sus tres hijos en casa, actualmente el mayor está en la universidad, y sus dos hijas aun están en casa, estudiando preparatoria y primaria. Ella nos comparte lo siguiente:
«¡Hola!, les cuento que al principio mis suegros y algunas personas de mi familia no se sentían a gusto con la decisión que habíamos tomado mi esposo y yo de dejar a los hijos en casa. Pensaban que se perderían la educación y esa forma de vida a la que estamos acostumbrados (me refiero a todo lo que implica la vida al rededor de los hijos con vida escolar).
Pero la verdad es que nos armábamos de valor y firmeza cada vez que salía el tema y les decíamos que estábamos bien así.
Cada vez que los nietos hablaban de conocimientos escolares, como son de edades parecidas todos participaban, hasta los míos y en muchas ocasiones los míos sabían un poco más. Entonces eso les fue dando tranquilidad. O cuando llegaba el momento de los exámenes para validar los estudios, y los abuelos preguntaban cómo habían salido en calificación, mis hijos daban una respuesta satisfactoria y ellos se ponían contentos.
Ahora después de muchos años, mi mamá y mis suegros han estado orgullosos y hasta han presumido de los logros de mis hijos, como si hubiese sido un trabajo en equipo (y ahora que lo pienso sí lo fue un poquito, por el respeto que nos dieron).
Pero sí les tengo que decir que no es fácil ser la maestra de tus hijos, tal vez hasta hayan muchas lágrimas tuyas porque tienes que estudiar para darles las clases, te tienes que preparar porque si no, no tendrás esos logros con tus hijos. Tienes que tener la disciplina que se merece la labor que estas haciendo. Y tienes que cocinar, limpiar, etc.
También tiene su lado bonito como ver lo que aprenden y saber que fuiste tú la que les enseñó, hacer tarea en pijamas, cambiar el horario de la clase a tu gusto o al de tu hijo, tener la paciencia que merecen tus hijos y saber que son bien tratados en todo momento y muchas cosas bonitas más, como cuando llega el momento de que se incorpore a un sistema escolarizado y sentirte muy orgullosa de que tus hijos van preparados y que ellos pueden con todo».
Como han podido ver, inicialmente no ha sido una experiencia fácil, pero con esfuerzo, amor y perseverancia ha dado buenos frutos y el día de hoy pueden decir que gozan del apoyo y admiración de su familia.
¿Qué pasa cuando la censura viene de afuera? ¿De amigos y conocidos?
Ahí es menos difícil pero sigue siendo incómodo, si bien nos importa la opinión de nuestros amigos, al final de cuentas ellos no intervienen tanto como la familia. Sobre esto he tenido muchos de esos momentos y sí que les puedo decir que es bastante incómodo.
Creo que lo ideal con los amigos y conocidos es seguir con la misma postura de paciencia, respeto, amor y benignidad, porque la situación es similar, muchas veces ellos han invertido mucho tiempo, restricciones y dinero para costear la educación de sus hijos y se sienten orgullosos de lo que han logrado, así que si llegas tú y les dices que la escuela es de lo peor es obvio que los ofenderás y se pondrán a la defensiva.
Es verdad que a veces solo por comentar que educamos en casa, sin la intensión de ofender a nadie ni presumir de nada, tristemente inicia el momento incómodo. A mí me paso algo así con un médico: Estaba en consulta cuando me preguntó en donde estudiaba mi hijo, que en ese momento tenía tres años y ya leía, así que le dije sin más que estudiaba en casa, su cara de horror fue épica, pero conforme íbamos platicando y se dio cuenta de los beneficios que mi hijo estaba obteniendo, entonces comenzó a defenderse internamente tratando de convencerme a mí (internamente a él mismo) de que los colegios eran lo mejor y que él había invertido muchísimo dinero en la educación de sus hijos con las mejores escuelas y maestras, de igual manera intentó ponerme a prueba preguntándome sobre temas de geografía, para ver si realmente sabía temas de cultura general como para ser maestra de mi hijo, fue un momento realmente incómodo, así que opté por demostrarle empatía y respeto por lo que había logrado con sus hijos y no decir nada más que le hiciera sentir incómodo… y por cierto pude responder sus trivias, menos la ubicación geográfica de Uzbekiztán, solo le dije que estaba abajo de Rusia jaja. Así que tómatelo con calma, a todos los padres que educamos en casa de algún modo nos ha tocado vivir esto.
Puntos a tener en cuenta al momento de darle la noticia a la familia:
a) Piensa que tu familia quiere lo mejor para tus hijos.
b)Recuerda que eres tú y tu esposo quienes ha pasado horas tras el ordenador investigando, leyendo y buscando la mejor opción para tus hijos y por lo mismo hoy tienen la convicción de educar en casa, tu familia no ha leído nada de lo que tú sí, y solo entiende que los niños van a perderse de algo que «TODOS» los niños del mundo hacen y eso les preocupa.
c) Trata de armarte de valor y muuuuucha paciencia para explicarles poco a poco, y no esperes que después de tu primer discurso ellos aplaudan y digan «¡¡¡¡¡que gran idea, les apoyamos!!!!», por que rara vez esto va a suceder.
d)Esmérense en compartir con ellos los logros que tus hijos van obteniendo, ellos comenzarán a notar los beneficios de educar en casa, se darán cuenta que es una forma alternativa de que los niños aprendan y tal vez al fin les parezca una idea genial. Hasta que ellos comiencen a notar la diferencia, entonces comenzarán a demostrar apoyo y tal vez hasta presumirán con sus conocidos los avances de los niños.
e) Si algún familiar nunca llega a cambiar de opinión, no te desanimes, lo importante es que tu esposo(a) y tú estén de acuerdo y convencidos de lo que están haciendo, si tienes eso es más que suficiente. Y ten paciencia con aquellas personas de la familia que a pesar de los buenos resultados continúan demostrando su desacuerdo, a veces no será fácil eliminar una idea de toda la vida. Así que ánimo y sigue esmerándote en lo que estas haciendo.
Espero que este post les sea de ánimo y ayuda a quienes están pasando por momentos así. Les mando un abrazo =)
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